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San Antonio Oeste


San Antonio Oeste

INFORMACION GENERAL DE SAN ANTONIO OESTE Y LAS GRUTAS Y SU ÁREA DE INFLUENCIA.
El Ejido municipal está conformado por tres Centros Urbanos, San Antonio Oeste que es la ciudad cabecera, Las Grutas y San Antonio Este, todos ellos con características particulares que los diferencian pero que a su vez convierten al área en un circuito turístico con recursos naturales, históricos y culturales de excelente nivel, para poder ser visitado durante todo el año, y como si esto fuera poco con servicios Gastronómicos y de alojamientos de muy buena calidad, esto convierte a Las Grutas, San Antonio Oeste y San Antonio Este en uno de los Centros Turísticos más importantes del país.
UBICACIÓN DEL AREA:
La Bahía San Antonio y toda su área de influencia se encuentra ubicada en la República Argentina al este de la Provincia de Río Negro al norte de la Patagonia y sobre la Costa Atlántica en aguas del Golfo San Matías. Se accede desde el Norte: por ruta Nacional N° 3 o por Ruta Provincial N° 251, desde el Sur: por Ruta Nacional N° 3 y desde el Oeste (Valle Medio): por Ruta Provincial N° 2.
LAS GRUTAS:
Debe su nombre a que sobre la pared de sus acantilados el mar forma profundas cuevas denominadas Grutas las cuales sirvieron para cobijar y resguardar de los vientos a aquellos primeros visitantes que llegaban desde San Antonio Oeste o de los valles de nuestra provincia para pasar sus tardes o fines de semana.
Nace como Villa Turística el 30 de enero de 1960 y con el correr de los años se fue transformando en uno de los Centros Turísticos más importantes de la Provincia y del País. Cuenta con una amplia gama de servicios de alojamiento y gastronómicos de muy buena calidad que sumados a la oferta de esparcimiento, excursiones guiadas, buceo, pesca embarcada, casino, actividades acuáticas, paseo de artesanos y artistas callejeros, hacen de la ciudad un producto turístico más que interesante y atractivo que ha logrado recibir a más de 400.000 turistas por temporada.
SAN ANTONIO OESTE
Fundado el 10 de julio de 1905, posee aproximadamente 35.000 habitantes y es la ciudad cabecera del ejido municipal. Dista 9 km de Las Grutas transitando por Ruta Provincial N° 2.
La ciudad tiene tradición ferroviaria y portuaria, recorriéndola se puede realizar un circuito histórico para conocer sus orígenes, que comienza por la antigua aguatería lugar al que llegaban los trenes desde Valcheta con agua para la población, ya que en aquellos años no había agua potable en la ciudad y el líquido vital era traído por tren en vagones cisternas hasta la estación ferroviaria para que camiones aguateros hagan el reparto a los pobladores. Siguiendo el circuito se llega a la costanera, allí se observan las casitas del ferrocarril, casas de chapa y madera de estilo inglés a orillas de “La Marea”, el balneario de San Antonio Oeste, es una caleta que se inunda en horarios de pleamar y se pueden realizar múltiples actividades náuticas, sol y playa y visitar las instalaciones del puerto pesquero que tiene la particularidad que en horas de bajamar quedan los barcos encallados ya que el agua se retira por completo dejando en seco la ria sanantoniense.
Continuando por toda la costa de esta particular caleta donde se alternan las playas con las viviendas de los primeros pobladores, barracas ferroviarias, la primera estación y su oficina de control y así hasta finalizar en el museo histórico cultural, donde se puede conocer la historia de esta centenaria ciudad
SAN ANTONIO ESTE
El Puerto de San Antonio Este se encuentra ubicado al este de la Bahía San Antonio a 75 Km de Las Grutas, posee una población de 500 habitantes aproximadamente y es allí donde se ubican las instalaciones del Puerto de Aguas Profundas desde donde se exporta al mundo toda la producción de nuestra provincia. Fue inaugurado el 9 de febrero de 1983 con la llegada del buque Kandaba.
A medida que circulamos por la ruta de acceso vamos paralelo a grandes extensiones de playa, costa del Golfo San Matías, peculiar litoral de color blanco dado que están cubiertas por un manto de conchillas (de ahí su nombre) y que poseen una extensión de casi 15 km, son playas vírgenes de un ambiente familiar y especiales para la pesca de costa.
Continuando el rumbo por la ruta arribamos a la localidad de San Antonio Este, aquí tenemos dos sectores determinados como miradores desde los cuales se puede acceder al mar y observar las instalaciones del Puerto. Hacia el sur caminando 3km encontramos un apostadero de lobos marinos de un pelo que en los horarios de pleamar se acercan a la costa.
Hacia el norte de la Península y siguiendo el camino costero arribamos a Punta Perdices y Caleta Falsa, este punto es ideal para la práctica de la pesca, snorkeling, kayaks y el descanso en un entorno tranquilo y familiar de características únicas. Además, se realizan paseos náuticos que incluyen excursiones de Snorkeling, Kayak, Stand Up, Bananas y Avistajes de Fauna Marina, donde se pueden apreciar Lobos Marinos de uno y dos pelos, delfines comunes, delfines nariz de botella y la majestuosa ballena franca austral.

AREA NATURAL PROTEGIDA
Esta reserva, creada por la provincia de Río Negro en junio de 1993, es un área que incluye la Bahía de San Antonio, desde el Faro Baliza San Matías (en la zona de Puerto San Antonio Este, a 60 km de Las Grutas), hasta El Sótano (12 km al oeste de Las Grutas), incluyendo casi 45 km de playas. La reserva incluye la zona mar adentro hasta 50 metros desde la línea de máxima bajamar.
El chorlo playero realiza la proeza de volar cada año desde Tierra del Fuego hasta el polo Norte.
Las costas de San Antonio son visitadas por los chorlos playeros migratorios en grupos de cientos de miles, quienes hacen su recorrido cada año ida y vuelta desde Tierra del Fuego hasta el Polo Norte donde nidifican.
Semejante proeza requiere que reúnan el "combustible" necesario en forma de grasa para llegar a la siguiente estación de paso a 1000 km, 3000 km y 5000 km de distancia que recorren sin parar. Sin embargo, sólo pueden obtener alimento adecuado en la cantidad suficiente para reunir estas reservas en algunos pocos sitios claves, los humedales.
Los humedales son ambientes inundables, cubiertos por agua de poca profundidad y constituyen los ecosistemas más productivos del planeta. Contienen pequeñas lombrices, crustáceos y moluscos, los cuales proliferan en el momento justo y permiten a estos animales comer y acumular grasas en el organismo (duplican y hasta triplican su propio peso), las cuales serán usadas como combustible para su vuelo migratorio.
El área es usada por 17 especies de aves playeras migratorias, entre las cuales se destacan el Chorlo Colorado y otras nueve especies que nidifican y se reproducen en el
Círculo Polar Ártico, en el hemisferio norte y la Paloma Antártica entre las que se reproducen en la Antártida.
Los humedales son el sitio donde miles de aves extraen sus alimentos y que han ido desapareciendo del planeta.

AEROCLUB SAN ANTONIO OESTE
El Aeroclub de San Antonio Oeste se fundó el 5 de junio de 1948 conforme lo expresa el Decreto del Ejecutivo Nacional Nº 28761 del 16 de noviembre de 1949. En él, se le otorga la Personería Jurídica que había sido solicitada por el expediente Nº 6519/949, registro firmado por Francisco Iglesias, Presidente y Aníbal Sergio Negri, Secretario.
Esa Primera Comisión Directiva estaba conformada por: Presidente Francisco Iglesias, Vicepresidente Miguel Neman, Secretario Eldo Piscia, Pro secretario Anibal Negri, Tesorero Héctor J. Izco, Pro tesorero Rubén C. Breciano, Vocales Alejandro Yañez, Egberto Vichich,Vicente Sciarra, Leovigilo Gimenez Rial, Joaquín E. Izco, Marcelo Oros. Revisores de cuenta Anibal Casalla y Carlos M. Guzmán.
Debido a que Francisco Iglesias es destinado a cumplir con sus actividades a otra localidad, presenta la renuncia como presidente del Aeroclub, quedando al frente del mismo el vicepresidente, el señor Miguel Neman. Luego de un año sin actividad, la Comisión Directiva encabezada por el señor Miguel Neman, consigue levantar el hangar gestionando la compra de un galpón en Colonia Luisa (General Conesa), el sueño de hangar propio se concretó, cuando René Lefebvre, Mario Chironi, Julio Villar, Egberto Vichich y Miguel Neman que puso a disposición del club un camión de su propiedad, viajaron a General Conesa en busca del citado galpón. Una vez en San Antonio, se descargó todo el material donde hoy se encuentra el viejo hangar, sobre calle Islas Malvinas y Humberto Illia.
A partir del 1955, se inicia una etapa de desarrollo y expansión. Esta impronta la marcó René Lefebvre, quien fue quince veces Presidente, acompañado por Néstor Blackhall en la función de Secretario y por el Instructor de Vuelo Mario Chironi.
Una vez levantado el hangar, se lo bautizó con el nombre de “Jean Mermoz” en honor al mítico piloto de avión, quien supo surcar el cielo patagónico y, en más de una oportunidad aterrizó en la misma pista del Aeroclub.
Ese mismo año, la Dirección General de Aviación Civil, notifica al Aeroclub San Antonio Oeste sobre las condiciones o requisitos de habilitación de las instalaciones aeronáuticas. Por otro lado, se le solicita al Aeroclub que habilite la Escuela de Pilotaje Civil y posteriormente a ello se le asignó su primer avión. Ante estos acontecimientos se organiza el primer curso de aspirantes para pilotos y se inscriben los señores Marcelo Oros, Oscar Sánchez, Egberto Vichich, Néstor Blackhall y Mario Poliguedu con la dirección del Instructor de Vuelo Mario Chironi. Al finalizar el mismo, reciben el brevet de “piloto de avión” convirtiéndose así en la primera promoción de la Escuela de Pilotaje del Aeroclub San Antonio Oeste.
A mediados de 1956 se forma el segundo curso de pilotos y egresan del mismo: Raúl Acosta, Juan Dani, Eloy Fernández, Héctor Izco, Héctor Ortiz, René Lefebvre, Raúl Roglich y Orlando Vicente.
Estos primeros registros históricos dan cuenta de lo que en los sucesivos años se mostrará como constante: la búsqueda permanente de recursos, la necesidad de la formación de pilotos, el mantenimiento de los bienes materiales, las diversas acciones de servicio derivadas de la actividad aeronáutica y las actividades de interacción con la comunidad.
El 30 de diciembre de 1990, según consta en el Acta 517, se realiza la toma de posesión de este hangar en las nuevas instalaciones del Aeródromo Saint Exupery.
La Comisión Directiva estaba presidida por Héctor Raúl Ortiz, Horacio Ricardo Leal, Daniel Sanchez, Miguel Neman, René Peiretti, Ligia Lefebvre, Eloy Fernández, Carlo Carassalle, Oscar Sánchez, Juan Carlos Torres, Adolfo Lavalle entre otros.
El Aeroclub adquirió su primer avión en el año 1955, un PA-11 y desde el año 59 hasta el año 1990 fue conservando y renovando aviones atendiendo a otras demandas como los vuelos sanitarios de traslado de emergencia.
Las gestiones realizadas, por las diferentes comisiones directivas, integradas por hombres y mujeres apasionados por la aviación hizo que la flota aérea renovara entre los años 1957 y 1990, contando la compra y venta de 14 aviones.
Actualmente se cuenta con dos aviones propios un avión Piper Archer y un avión Cessna 150 que fue adquirido en el año 2010.
Entre las mayores preocupaciones, en todos estos años, se encuentra el mantenimiento del material aéreo y la formación de pilotos. La Escuela de vuelo de hace unos años, hoy Centro de Instrucción aeronáutico, se viene desarrollando atendiendo a esta necesidad y tenemos a la fecha 50 pilotos egresados de esta institución.
Debemos señalar que todo esto, sin descuidar el desarrollo de otras actividades que le permitan tener un intercambio con la comunidad aérea.
Desde ese lugar es que la participación en los distintos festivales aéreos, organizados por los aeroclubes de la región, forma parte de la agenda institucional.
Mientras que los festivales aéreos organizados por el club y que están presentes en la memoria de muchos vecinos, disminuyeron desde el traslado a este hangar, por razones de distinto tipo pero es conveniente señalar que siempre está presente en el ánimo y la voluntad de los miembros de las distintas comisiones directivas organizar los mismos.
Se podría decir, en ese sentido, que la proyección de actividades se va renovando, siempre atendiendo a lograr mayor intercambio con la comunidad local.
Por ello, los paseos aéreos, fuertemente vinculado al turismo, son en estos últimos años una prioridad y una experiencia interesante que permite el intercambio con prestadores vinculados a la actividad turística.













San Antonio Oeste 19 de febrero de 2018

Fundación Inalafquen para el El Banco de la Libertad!

Argentina, fines de los años 20. La Aeronavegación comercial iniciaba sus vuelos con la empresa Aeroposta Argentina y sus aviones Latécoère 25. La ruta patagónica entre Bahía Blanca y Comodoro Rivadavia, inaugurada en 1929, surcaba nuestros cielos transportando correspondencia gracias al talento de valientes pilotos. De entre ellos, Antoine de Saint Exupery se destacó posteriormente por su producción literaria nutrida con las experiencias vividas en sus recorridos por el mundo. La más renombrada es, sin dudas, El Principito. Algo menos conocida es la novela Vuelo Nocturno donde narra la historia del último viaje del piloto Fabien, quien luego de despegar de San Antonio Oeste rumbo al norte, enfrenta una enorme tormenta que cubría todo el centro del país… Cuando quienes trabajamos en la Fundación Inalafquen comenzamos a estudiar a los playeros rojizos y otras aves playeras, conociendo los detalles de su increíble historia de vida nos sorprendimos al ver la asombrosa similitud de sus estrategias con las de los pilotos de la Aeroposta.
Como las aves, los pilotos enfrentaban vientos y tormentas sosteniendo su vuelo y rumbo en soledad con la escasa ayuda que podía brindarles una brújula, alguna comunicación intermitente con tierra y su intuición y talento. Como las aves playeras, en nuestra zona se abastecían de combustible y buenos lugares de descanso para luego emprender con más chances de éxito el resto de su misión.
Desde la Fundación Inalafquen, vimos la necesidad de contar con una mascota para narrar estas historias a los más pequeños, y fue entonces que nos pareció simpático ligar a las aves con los pioneros de la aviación, y así vestimos a nuestro playero rojizo con gorro, antiparras y bufanda. Y pensando un nombre, alguien recordó la historia de Fabien en Vuelo Nocturno… Desde entonces, para nosotros y quienes nos visitan, el final de la historia narrada por Saint Exupery se enlaza con la visita de las bandadas de playeros rojizos, ya que pensamos que Fabien se unió a ellas para evitar la tormenta, y sigue desde entonces recorriendo los cielos patagónicos y visitando San Antonio en compañía de miles de aves playeras.
Fabien Rojizo representa la unión de la historia natural de las aves con los eventos históricos de la aeronavegación en la zona y con la literatura. Por todas estas razones, resultó un paso lógico vincularnos con los amigos del Aeroclub San Antonio Oeste, uniendo esfuerzos para valorar nuestro espacio geográfico y cuidar el patrimonio natural, histórico y cultural. Gracias al vuelo de sus avionetas, podemos contemplar el paisaje como lo hacen las aves playeras y disfrutar del placer de volar conociendo a la vez los sitios críticos que ellas utilizan en la Bahía de San Antonio. Estrechando estos vínculos aún más, bautizamos al Piper Archer LVALM propiedad del Aeroclub de San Antonio Oeste, como Fabien Rojizo.
De esta manera, él continuará volando en la Bahía de San Antonio junto a las bandadas de playeros rojizos, transmitiendo a sus compañeros humanos de vuelo la historia que une hombres y aves playeras en un mismo cielo desde hace tanto tiempo. Por ello también, desde el año 2010 celebramos con el Festival de Aves Playeras la presencia de las bandadas en la región, mientras arriban especies migratorias que se trasladarán a sus sitios de cría en el Ártico. Y así, seguiremos ampliando la comunidad de personas e instituciones que celebran y se inspiran en las aves playeras, para fortalecer la identidad y orgullo local sobre una parte de nuestro Patrimonio Natural.
¡Contamos con todos para hacer nuestra bandada más grande y fuerte!

Lic. Mirta Carbajal
Presidente





Aeroposta Argentina S.A.
San Antonio Oeste
(por Abel Molas)

La empresa aerocomercial, de origen francés, Compagnie Générale Aéropostale con sus aviones Laté 25 y Laté 28 transportaron correspondencia entre Europa y Sudamérica en la primera mitad del siglo XX.
En Argentina por cuestiones legales tuvo que cambiar su razón social y así comenzó a llamarse “Aeroposta Argentina S.A”. El primer paso que realizó esta empresa fue organizar las rutas aéreas que iban desde Buenos Aires hasta Asunción del Paraguay y a Santiago de Chile. Por último, trazaron la ruta al Sur siguiendo el litoral marítimo argentino.
Es así que la localidad de San Antonio Oeste fue protagonista de aquella gesta aeronáutica sin precedentes.
Uno de los pilotos de avión que sobrevoló el suelo patagónico fue Antoine de Saint Exupéry autor del libro “El Principito”, entre otros.

Antoine de Saint Exupéry en San Antonio Oeste

El 15 de octubre de 1929 se realizó otro vuelo experimental y el primero para Antoine de Saint Exupéry. El avión aterrizó en la laguna Las Máquinas y fue aquí donde el señor Miguel Neman, nativo de la localidad, conoció al famoso piloto y escritor francés. Así lo recordaba en una entrevista hecha por Pedro Caram, periodista del Diario Río Negro:

Periodista - ¿Cómo recuerda aquel día?¬¬¬
Neman -¬ Yo trabajaba de cadete en la Sociedad Anónima de Importación y Exportación, que en aquellos días estaba, donde hoy está la calle Moreno, cerca de la marea. En eso llegó a caballo un peón de campo y le informó al gerente que un avión estaba junto a su rancho en la laguna Las Máquinas, a 40 Km (señala hacia el norte), eh... entonces fuimos...
Periodista-¿Quiénes?
Neman - ...el gerente de la Anónima, Enrique Monconil, el chofer Domingo Camarda y yo, claro... yo tenía 12 años y era un recién iniciado cadete y fuimos en un auto... En aquellos días yo sabía de aviones por las fotografías de los diarios pero,... esa fue la primera vez que vi uno..., era un Laté 25 amarrado al alero del rancho y junto al avión estaba parado un hombre corpulento, vestido en cuero y lana, que hablaba castellano entendible,... con acento francés... se presentó:
“Saint Exupéry, un piloto de la Aeroposta, realizo un vuelo experimental entre Bahía Blanca y Comodoro Rivadavia, para establecer la línea entre esas ciudades con escala en San Antonio y Trelew...”
Neman - “... habíamos llevado un cajón con latas de combustible especial de 100 octanos, que La Anónima vendía exclusivamente acá, con el cual Saint Exupéry negó que pudiera llegar hasta el aeródromo de San Antonio... lo trajimos al pueblo, dejó el avión en el campo y se hospedó en el Hotel El Americano, después llegaron otros tres aviones con compañeros y preguntaron por Saint Exupéry... me acuerdo que yo subí despacito las escaleras de mármol del viejo hotel y los vi sentados en la terraza tomado unas bebidas y admirando el cielo patagónico...”

Aprobado el derrotero de la línea sur, se estableció como fecha de inauguración el día 1° de noviembre de l929. El mismo tenía el siguiente itinerario: toda la correspondencia despachada en Buenos Aires al sur salía vía ferrocarril a Bahía Blanca desde Constitución. En Bahía Blanca la correspondencia se cargaba en los Laté 25 y Laté 28 con destino San Antonio Oeste, Trelew y Comodoro Rivadavia. Cabe aclarar que, si bien este fue el vuelo oficial inaugural, todos los vuelos exploratorios llevaron extraoficialmente correspondencia, inclusive, los vuelos del Capitán Parodi.

El martes 29 de octubre de 1929, se realizó el último vuelo preparatorio. El mismo estaba integrado por el Laté 25 matrícula F-AIQF piloteado por Antoine de Saint Exupéry, llevando como pasajeros a Rufino Luro Cambaceres y Enrique N. Prozzeti, fotógrafo del diario “La Nación”. Y por otro lado estaba, el Laté 25 matrícula F-AIQL conducido por los pilotos argentinos Próspero Palazzo y Ricardo Gross. El jueves 31 de octubre de 1929, Antoine de Saint Exupéry salió de Comodoro Rivadavia, en el Laté 25 F-AIQL, llevando nueve valijas de correspondencia oficial, mucha de la cual tenía como destino, Europa.

Los responsables de la empresa eran:

 Director Gerente :
Almandos Almonacid

 Jefe de Tráfico de la Aeroposta:
Antoine de Saint Exupéry

 Jefe de Pilotos de la Línea Patagónica:
Rufino Luro Cambaceres

 Pilotos:
Próspero Palazzo
Ricardo Gross
Domingo Irigoyen

 Responsable de la sucursal Bahía Blanca:
Bernardo Artigau
Francisco Ragadale.

 Responsable de la Aeroplaza San Antonio Oeste:
Sr. Luis Queirolo y Sr. General

Los vuelos se realizaban los días martes y viernes con salida de Bahía Blanca a las 07:30hs, llegando a San Antonio 09:45hs: a Trelew, 11:55hs y a Comodoro Rivadavia, 14:30hs. El regreso era el día siguiente saliendo de Comodoro a las 04:30hs, pasando aproximadamente por San Antonio a las 09:15hs.
El objetivo principal de esta empresa, fue competir con las empresas navieras que transportaban correspondencia. Estas, demoraban alrededor de 15 días en llegar a Buenos Aires desde Comodoro Rivadavia y mucho más aún, a Europa. Este servicio significaba un cambio radical en las comunicaciones pues brindaba celeridad y regularidad con cuatro vuelos semanales (dos de ida y dos de vuelta). Con el objeto de agilizar el traslado y ganar tiempo, los horarios de los vuelos estaban combinados con el Ferrocarril, tanto de ida como de vuelta a Buenos Aires.
Aquel vuelo inaugural del 1° de noviembre de 1929, comenzó con la salida del hangar del Laté 25 al campo de aviación Villa Harding Green, Bahía Blanca. En esa oportunidad, estaban presentes autoridades y público en general. A las 07:30hs despegó la máquina voladora de carlinga descubierta que desarrollaba una velocidad de 160km/h, Saint Exupéry como piloto y tres pasajeros invitados: Enrique Julio, director del periódico “La Nueva Provincia”, Emilio J. Bala y Augusto Hunter representantes de los diarios bahienses “El Atlántico” y “La Mañana” respectivamente. La máquina arribó a San Antonio Oeste a las 10:55 horas y treinta minutos después levantó vuelo en dirección a Trelew, ciudad donde aterrizó a las 13:35 horas.
En esa ciudad se sumó el avión Laté 28 que esa mañana había partido desde Gral. Pacheco, al comando de los pilotos Jean Mermoz y Ricardo Gross. Como pasajeros iban Vicente Almandos Almonacid, Antonio S. Amallo (Director General de Correos y Telégrafos), Coronel Jorge B. Crespo (Director General de Aeronáutica), Salvador Bavastro (Director de Aviación Civil) y representantes de los diarios “La Prensa”, “La Nación” y “La Razón”.

Tripulación y pasaje saboreó un lunch a modo de agasajo. En esta escala se sumaron al vuelo más pasajeros. Entre ellos, el Comisario Inspector Guillermo Landald, Jefe de Despacho de la Gobernación del Chubut, el Teniente Coronel Juan Sarobe, Jefe del Distrito Militar y su señora esposa. A las 15:27 horas Mermoz despegó la aeronave y después de una hora y treinta y cinco minutos arribaron a la cuidad de Comodoro Rivadavia. Minutos antes lo había hecho Antoine de Saint Exupéry con su Laté 25.
Enrique Julio, periodista de “La Nueva Provincia”, al llegar a Comodoro Rivadavia, envió un telegrama que decía:

“El vuelo se ha realizado bajo brillantes auspicios. Las localidades de tránsito han celebrado jubilosamente el paso del Laté 25. Todo el pueblo de San Antonio Oeste y Trelew habían se congregado en las inmediaciones del campo de aterrizaje para recibir y aplaudir a los pilotos y pasajeros”.

Los despachos telegráficos debían informar la hora de arribo y la hora de despegue en cada escala. Luro Cambaceres cuenta en su libro, “Rumbo 180” cómo eran aquellos telegramas:

POSTÁEREA Bahía Blanca, Buenos Aires
10:20 Bacomar 10:35
San Antonio.
Primera parte de la misión cumplida.

POSTÁEREA San Antonio-B.Blanca-Bs. Aires.
12:45 Bacomar 13.
Trelew.
POSTÁEREA Trelew-San Antonio-Bahía Blanca -Buenos Aires.
15:20 Bacomar.
Comodoro Rivadavia.
Con estos tres telegramas se informaba a las cabeceras, Bahía Blanca y Buenos Aires, que el vuelo se iba realizando sin inconvenientes. Bacomar era el resultado de unir las primeras sílabas de las palabras Bahía, Comodoro y martes. De esta forma se designaba al vuelo de los martes y Bacovi el de los viernes. Para el caso contrario, Comodoro-Bahía para el día jueves, la sigla era Cobaju y el del domingo Cobadon.

La aviación era más una “atracción” que un medio de transporte y se la miraba con cierta desconfianza. Para contrarrestar esto, la empresa publicaba en los diarios propaganda acerca del transporte aéreo de pasajeros y de correo. El objetivo era convencer sobre lo seguro y rápido que resultaba ser el avión.

Aeroposta entregaba sin cargo, sobre y papel carta con el peso exacto de 5grs. La sobretasa de correspondencia era de $0,15 por cada 5grs. y de $0,50 para muestras o impresos hasta 50grs.
En el primer año se cumplieron el cien por ciento de los vuelos, 107 de ida y 107 de vuelta. Se transportó 284 pasajeros de Bahía a Comodoro y 279 de Comodoro a Bahía, alcanzando el 65.7% de la capacidad total transportable. Por otro lado, no se produjeron accidentes, lo que demuestra el profesionalismo y compromiso del primero al último integrante de “La Línea”, como era conocida en el ambiente aeronáutico.
Los inconvenientes eran muchos, pero siempre fueron sobrellevados. Entre ellos hay que destacar la iluminación de las pistas con faroles a querosén, para operar de noche. O el hecho, de saber cómo enfrentar los fuertes vientos patagónicos considerando la fragilidad de la estructura del avión. Las ráfagas de viento eran de 80 a 100 Km/h, por lo que la Patagonia era considerada uno de los lugares más difíciles para volar. Rufino Luro Cambaceres explica así las maniobras de aterrizaje y despegue:

“Debía embestirse al avión de frente a las ráfagas, que nos sacudían como olas; la cola bien alta, mientras el personal de campo, al que se agregaban 20 o 30 soldados del cuerpo de Zapadores Ponteros del Ejército, trataban de fijar el avión, tomándolo de ambos lados a argollas que ex profeso pendían de la toma del parante de ala, con ganchos de hierro, terminados en dos sogas”

Dado la buena aceptación del público, la empresa decidió extender los vuelos más al sur. El 2 de abril de 1930 se agregaron las escalas de Puerto Deseado, San Julián, Santa Cruz y Río Gallegos.
Pero no todo eran augurios, debido a los avatares económicos internacionales, la Compagnie Générale Aeropostale, fue absorbida por otras empresas y entró en liquidación. Por este motivo, la subsidiaria en la Argentina, la Aeroposta, suspendió en 1931 los servicios a Asunción del Paraguay y a Santiago de Chile. Ante esta situación, se solicitó al gobierno nacional una contribución de $30.000 mensuales para la línea sur. Ante el ajuste presupuestario, se canceló la extensión hasta Río Gallegos en junio de 1931, y se mantuvo el tramo Bahía Blanca – Comodoro Rivadavia. Este hecho tuvo su costo, al punto, de poner en peligro la seguridad del vuelo. Las cuatro radios utilizadas para la organización fueron suspendidas (General Pacheco, Bahía Blanca, Trelew y Comodoro Rivadavia), reemplazándolas por el telégrafo. Los gastos de combustible fueron prorrateados por las compañías petrolíferas de Comodoro.
Aeroposta Argentina ya había cesado como sociedad, pero un decreto hizo que se reanudaran las actividades el 2 de octubre de 1931, pasando al ámbito nacional con el nombre de Aeroposta Nacional. Este decreto estipulaba el plazo de operación en ocho meses, a cargo de la Nación, período durante el cual se realizaron eficientemente el cien por ciento de los vuelos. El 24 de marzo de 1933, el Poder Ejecutivo Nacional fijó en diez años la concesión a Aeroposta Argentina S.A. para explotar el servicio a la Patagonia, y aumentó en $180.000 el subsidio. El 2 de septiembre de 1935 se reanudó el servicio hasta Río Gallegos. En 1935 se agregaron los Laté 28, monomotores para ocho pasajeros, siempre con motor Renault.
La empresa de aviación pasó definitivamente a manos nacionales pues, el doctor Ernesto Pueyrredón con el apoyo del Vicealmirante Ismael Galíndez y el doctor Adolfo García Pinto, resolvieron adquirir el 95% de las acciones. El 1° de febrero de 1937 se obtuvieron tres aviones trimotores Junkers JU-52 para 17 pasajeros, con una autonomía de vuelo de 1400 km y una velocidad de 280 Km/h por lo que eran los aviones más modernos de la época.
La cabecera de la empresa se estableció en Quilmes y se ampliaron las pistas de Pacheco. Los aviones llevaban los nombres de “Patagonia”, “Tierra del Fuego” y “Pampa”. Se incorporaron las escalas de Lago Argentino, Gobernador Gregores y Cañadón León.
Si bien todo esto marcaba un gran avance y ramificación de los tramos aéreos, para otros no lo era tanto, pues debido a la mayor autonomía de vuelo de estos aviones, la escala de San Antonio Oeste fue sustituida por la de Carmen de Patagones. No obstante, San Antonio siempre fue una escala de alternativa para casos de emergencia.
Años más adelante, se agregaron nuevas escalas y se compraron los famosos aviones Douglas DC-3 para 28 pasajeros.


Jean Mermoz, Paul Vachet y el Conde de la Vaux en San Antonio Oeste

Cuando comenzaron a organizarse los vuelos regulares, no existían las “cartas aeronáuticas”. En aquellos años, los pilotos volaban sólo con la ayuda de una brújula y a una altura relativamente baja, como para ver desde el aire las distintas referencias o mojones y de esa forma diagramar el camino. Luego, esa información era transmitida de piloto en piloto y así se establecían las rutas aéreas.
Con respecto a los lugares de aterrizaje no estaban demarcados como en la actualidad. El piloto, desde el aire, buscaba un lugar más o menos llano, propicio, y allí aterrizaba. En San Antonio Oeste, esos lugares de aterrizajes fueron varios, hasta que se determinó definitivamente el Campo de Aviación en el sector Sur de la localidad, detrás de las vías, próximo al Tiro Federal Independiente.
En el libro “Rumbo 180°” de Rufino Luro Cambaceres, quien fuera protagonista de aquellos primeros aterrizajes en San Antonio Oeste, se describen las ocasionales pistas de aterrizaje de la siguiente manera:

“Los cuadritos color zinc de los tejados se agrandaban rápidamente. Los barcos, que primeramente se perdían en el panorama total, resaltaban ahora como pequeños detalles... unos galpones largos, unas líneas paralelas cortadas por manchas oscuras y grises: la estación del ferrocarril, rieles, locomotoras y vagones formando un conjunto difícil de analizar...
Al costado, un triángulo en cuyo centro, un fuego despedía humo negro, indicando la dirección del viento... en el vértice, una pequeñísima “T” plateada: el avión cuyos tripulantes íbamos en busca...
Unos pequeños sacudones... una corrida veloz, el suelo desparejo, aminorándose paulatinamente hasta la inmovilidad.”

Aquí cuenta cómo fue la aproximación desde el Norte y posterior aterrizaje en San Antonio Oeste. Describe el paisaje general primero, luego identifica los techos más altos, Banco Nación y los galpones de San Martín y Cía. Al acercarse, reconoce las siluetas de las embarcaciones en la playa de la ría de la caleta oeste de la Bahía de San Antonio, lugar conocido por los lugareños como “la marea”. El piloto sigue mirando hacia su izquierda, es decir, hacia el Este, y ve más galpones, las vías del ferrocarril, la vieja estación de tren, un conjunto de material ferroviario y el sector de maniobras que no es otro lugar que el sector anterior a la oficina de “Vías y Obras”. Actualmente en ese lugar se encuentra la terminal pesquera y los galpones del Sr. Pisto.
En el segundo párrafo dice: Al costado, un triángulo; se refiere al terreno rodeado por la vía del ferrocarril, hacia el Sur desde los galpones. En este lugar, al filo del Barrio Ferroviario, actual calle Lavalle, se encontraba un descampado, donde actualmente se encuentra emplazada la Escuela Nº 179. En aquellos años, este sitio era totalmente plano, con forma triangular, factible para el aterrizaje. Ahí lo esperaban, en el improvisado “campo de aterrizaje” los pilotos Paul Vachet y el Conde de la Vaux.
El arribo de estos franceses a San Antonio Oeste cuenta con cuatro registros; uno, el relato de Cambaceres en Rumbo 180 (ya citado); dos, foto del señor Cayetano Leiva, uno de los primeros historiadores de San Antonio Oeste; tres, “planilla de registro de vuelo” de La Aeroposta Argentina; cuatro, relato de la Sra Silvia Peirano, dueña de la Laguna Las Máquinas donde aterrizaban los aviones.
En la foto del Sr. Leiva no se pueden apreciar los aviones aterrizados. Evidentemente, la misma fue sacada con posterioridad, pero sí, en ella se distinguen unas vías férreas, un descampado, al fondo el Barrio Ferroviario donde se iniciaba la calle Comercio, hoy Hipólito Yrigoyen. Un poco más atrás se alcanza a ver el galpón de la empresa Lausen y al final, la parte trasera del Municipio. Pero, lo más importante, en el ángulo superior izquierdo, se puede leer “Campo de Aviación S.A.”, escrito de puño y letra por el Sr. Cayetano Leiva. El citado descampado es el sector triangular que, desde el cielo, divisó Cambaceres con la “T” en el vértice. Esta “T” no era otra cosa que el avión de Vachet aterrizado. Aquel hecho fue presenciado por un centenar de personas, según Cambaceres.
Tanto Vachet, como Cambaceres utilizaron aviones de bajo porte, lo que les permitía aterrizar en aquel improvisado campo de aviación. El primero piloteaba un Breguet XIV de 300 H/P y el segundo un Curtis Lark de 160 H/P.
Aquel ocasional “campo de aviación” fue marcado por el Jefe de Tráfico de la Aeroposta, Paul Vachet y por el presidente de la Federación Internacional de Aeronáutica, el Conde De la Vaux. Ellos encendieron un fuego para indicar el lugar donde se debía aterrizar y con el humo se indicaba la dirección del viento. Estos dos aviadores ya habían pasado veinte días antes, rumbo a Comodoro Rivadavia, para realizar gestiones y preparativos en las futuras escalas, para luego regresar a San Antonio Oeste.
Al día siguiente, se diagramó el despegue desde el campo improvisado de aviación hacia la laguna “Las Máquinas”, para recibir al Laté 25 piloteado por Jean Mermoz. Esta laguna se encuentra en el campo que pertenece a la Sra Silvia Peirano y que se ubica al Norte de la localidad.
En ese lugar, se produjo el encuentro de todos los pilotos: Vachet, Cambaceres, Mermoz y el Conde de la Voux.
Sobre este día, la dueña del campo relató:

Silvia Peirano- Y que te puedo contar, eso sucedió allá en el campo y el campo más que nada era cosa de varones, así que mucho no vi... Pero recuerdo que si... vino un peón de campo y le dijo a papá que en Las Máquinas había un avión que necesita nafta. Enseguida papá preparó unos tachos y en la vieja camioneta que teníamos se fueron con el peón y les ayudaron. Papá los atendió muy bien... quedaron encantados con el cordero y sobre todo con la forma de cocinarlo... con esas estacas clavadas en el suelo y atado con alambre.
Abel Molas- ¿Al asador?
Silvia Peirano- Si, si... al asador. Comieron y tomaron hasta llenarse... llenarse bien... Me acuerdo también que mi hermanito, Armando Peirano, que ya falleció, leía cuentos como todo chico, no?... y éste... cuando se enteró que vino un “Conde”… lo quiso conocer pero se llevó una desilusión. Porque él creía que ese conde iba a ser igual que los dibujos de sus cuentos, con botas, capa, sombrero,... Y cuando lo vio vestido con traje…como todos, quedó desilusionado,... Y sobre todo, cuando lo vio hacer pis dijo: Qué va a ser conde si es como nosotros...”

El encargado del puesto de Las Máquinas en aquel entonces, era el Sr. Blackhall. Uno de sus hijos, Néstor, años después, se formó como piloto y conformó muchas Comisiones Directivas del Aeroclub San Antonio Oeste.

En relación a la experiencia vivida en San Antonio Oeste, Cambaceres, en su libro “Rumbo 180”, señala:

“Al levantarnos, ya bien alto el sol, los preparativos del traslado de los aviones desde el pequeño campo de aterrizaje, ocasionalmente utilizado, hasta la laguna seca “Las Máquinas”, única superficie adaptable a las exigencias del avión Laté XXV, que traía Mermoz,...
A diez minutos de vuelo se encontraba “Las Máquinas”. Laguna salada, en esos momentos seca, se prestaba maravillosamente para el aterrizaje y despegue de cualquier avión pesado.
Rodeada por matorros apenas de un metro de altura, sin la menor vegetación, era de aspecto desolador.
A un costado, un pozo convertido en jagüel con dos cruceros de chañar, destinado a aliviar la sed del escaso ganado de la explotación. Dos habitaciones de adobe, con un pequeño alero, descubierto en parte, por la rotura de las chapas de zinc que lo techaban, daban albergue a un puestero. Como única manifestación de vida, una serie de chiquillos, oscuros y desarropados, que silenciosamente dejaban transcurrir su juventud sin niñez.
Nunca olvidaré ese primer aterrizaje de un Laté XXV en suelo patagónico. El salitral, de una superficie lisa, sin ninguna depresión, acogió al pájaro mecánico sin la menor transición entre vuelo y carretero.”

El lugar elegido para hospedarse fue el “Hotel Americano”.
Rufino Luro Cambaceres lo recordaba así:

“La ausencia de nuestros compañeros; la falta del conde De la Vaux, en esa misma mesa que la noche anterior había adornado con su presencia; las emociones de ese día que aún perduraban en nosotros, y más que todo ello tal vez, la obligada inmovilidad de tantas y tantas horas perdidas, nos llenaban de una protesta muda, de un mal humor que poco nos predisponía a participar de la hospitalidad cordial de los buenos pobladores de San Antonio Oeste. Terminamos de comer casi en silencio. Después, en una laxitud de músculos y espíritu, nos dejamos caer en unos sillones, que sobre la terraza del hotel, no debían de servir más que de cuando en cuando a sus escasos pasajeros.”

Retomando el concepto de Campo de Aviación, en el libro “San Antonio Oeste y el mar” de Héctor Izco, se hace referencia a que antes de estos vuelos de la Aeroposta, cada tanto llegaban aviones del Ejército y la Marina. Los mismos aterrizaban en un descampado al sur del pueblo, próximo al Tiro Federal Independiente.
Una vez más, se hace referencia a esos campos improvisados de aviación: “La Laguna Las Máquinas”; el descampado próximo al Tiro Federal Independiente y el predio que hoy ocupa la Esc. N° 179. Esto indica que no tenían un lugar designado para las operaciones aéreas, hasta que se diagramó y se designó como Aeródromo de San Antonio Oeste, un descampado al sur. Este predio, el viejo aeródromo, en la actualidad se encuentra ocupado por distintos barrios y está delimitado por las calles Islas Malvinas al norte, Quintana al Este, al Oeste el cementerio y al Sur los médanos.
En la actualidad, gracias a la gestión de la Comisión Barrial se logró que por ordenanza municipal N°4491 sancionada el 15 de abril de 2016, uno de los barrios lleve el nombre de Aeroposta Argentina. Cabe aclarar que una década atrás, la Comisión de Asuntos Históricos encabezada por Juan Carlos Irizar y asesorados por el Sr. Héctor Izco, ya habían propuesto este nombre al citado barrio.
En la actualidad, el “aeródromo” es el sitio preparado para las operaciones aéreas, y debe cumplir con determinados requisitos para ser habilitado como tal; el “campo de aviación” era el lugar ocasionalmente utilizado para dichas operaciones. Este último nombre quedó en el léxico común de la gente, e inclusive sólo hacían referencia al lugar diciendo: “La Aviación”.
Más allá de estas diferencias, lo cierto es que, para que las operaciones aéreas se hicieran con la mayor seguridad posible, Aeroposta Argentina en San Antonio Oeste, creó el “aeródromo”.
Para ello, demarcó un predio con un alambrado periférico, de siete hilos, con postes de cemento, que fueron construidos en la localidad. Instaló dos edificaciones, una para vivienda del gerente local y su familia y otra para utilizarla como galpón de herramientas. Para el acopio de agua, se construyó un aljibe que años más tarde utilizó el Aeroclub SAO.
Este lugar es el que ocupa actualmente el viejo hangar del Aeroclub, Islas Malvinas al 1400. Unos pocos años antes de la instalación de la Aeroposta, allí funcionaba el Tiro Federal Independiente y por razones de seguridad, éste se trasladó unos cien metros al Este, donde hoy se encuentra el Jardín de infantes Huellitas el Sur, en Islas Malvinas y Quintana.
La casilla de la Aeroposta Argentina en San Antonio Oeste quedó registrada en una fotografía que aparece en el libro del Sr. Izco, tomada con motivo de la llegada de una carrera de autos. En ella se puede observar, al fondo, el galpón de herramientas. Por otro lado, en la siguiente acuarela, pintada el Sr. Joaquín “Bocho” Izco, se puede apreciar la Aeroplaza de Aeroposta en San Antonio Oeste.
En el libro “Saint-Exupéry, Aviador-Escritor” editado por la Asociación Aerofilatelia Argentina se suma otro registro fotográfico.
Foto Asoc. Aerofilatélica Argentina











El Sr. Joaquín “Bocho” Izco fue testigo de esos eventos y reconoció a la fotografía como una imagen de aquella época.


En el centro el Intendente Pedro Vera. El niño más pequeño con saco de color claro, es Joaquín “Bocho” Izco. Detrás se aprecian los boxs para práctica de tiro del Tiro Federal Independiente. Detrás de ellos, locomotoras.





Como un dato más, los fundadores del Aeroclub San Antonio Oeste recordaban que cuando instalaron el hangar (1955), desarmaron lo que quedaba de aquellas viejas instalaciones de la Aeroposta.

Acuarela del Sr. Joaquín “Bocho” Izco de un Laté 25. Así recuerda el avión de sus años de niñez.



















Pasajeros sanantonienses

En una revista de la Aeroposta Argentina del año 1939, se publicó una lista de pasajeros que había utilizado el servicio en los meses de abril, mayo y junio del citado año. Entre la larga lista figuran pasajeros oriundos de San Antonio Oeste, como Miguel San Martín, Aurora Insúa y Hebe San Martín. En una entrevista el Sr. Jorge Insúa corroboró que Aurora era su madre, Miguel San Martín el cuñado y Hebe, la sobrina.





















Otros que se mencionan en la lista son Victoriano Acilú y María T. de Acilú, bisabuelos de Liliana Domínguez, docente de la localidad.







Revista de Aeroposta Argentina de 1939 donde se detallan horarios, precios y escalas de los vuelos. Por estimaciones de algunos vecinos, el servicio de Aeroposta, en San Antonio Oeste, funcionó hasta 1945.
Los vuelos estaban programados de Buenos Aires a Comodoro Rivadavia los días jueves y el regreso los días viernes. Los pasajes de Bahía Blanca a San Antonio, en una primera etapa, tenían un valor $95.00, a Trelew $165.00 y a Comodoro Rivadavia $245.00. En cambio, para el año 1939 costaban, de San Antonio a Bahía Blanca ida $67.50, ida y vuelta $135.00; de San Antonio Oeste a Buenos Aires ida $142.50 e ida y vuelta $ 277.50. Como dato ilustrativo se puede agregar que, según Bocho Izco los mismos no eran muy accesibles.


Cuatro historias dentro de la historia

 Primer pasajero
 Vuelo sanitario
 El tramo que no fue.
 Testimonio de una pasajera local.

Primer pasajero

En distintos textos que tratan el tema de la Aeoposta se hace referencia al primer pasajero que utilizó el servicio, pero no concuerdan en cuanto a persona y lugar.
Rufino Luro Cambaceres, realizando los vuelos exploratorios para extender la línea aérea hasta Río Gallegos, relata que no sólo llevó correos sino también al primer pasajero, el médico Alfonso D’Elia.
Por otro lado, Silvia Peirano recordó que su padre, Don Bruno Peirano, fue el primer pasajero, ya que Vachet, a modo de devolverle la gentil atención que don Bruno tuvo en Las Máquinas, lo invitó a volar desde allí al pueblo. Hecho que también recordaba el Sr. Cayetano Leiva.
Por otra parte, en una nota periodística del diario “La Nación”, del año 1966, el señor Armando Ulled contaba que fue el primer pasajero y que, para certificarlo, conservaba el ticket autografiado por Saint Exupéry. Ese vuelo se realizó el 31 de octubre de 1929, de Comodoro Rivadavia a Trelew. El vuelo al que él hace referencia se realizó el día anterior al vuelo inaugural, que fue el 1° de noviembre de 1929, fecha oficial de inicio de servicio de Aeroposta Argentina en su ramal sur.
En esa nota Ulled describía que el vuelo fue muy movido y que Saint Exupéry lo mantenía informado mediante pequeñas esquelas. Así lo recordaba:
“Cuando nos acercábamos al aparato, Saint Exupéry me dio un paquetito y me dijo: - Aquí van unos sándwiches; durante el viaje le voy a pedir que me los pase por la ventanita que comunica con la cabina”. Al subir a la cabina vi la ventanita, si recuerdo bien, era ovalada, de unos 15 o 20 centímetros de ancho, con una tapa de lata accionada por un resorte que la mantenía cerrada.
... Era mi primer vuelo. El carreteo estuvo lejos de ser suave. Una vez en el aire, las sacudidas fueron continuas. Yo me mareaba. Como estaba solo, empero, pude tirarme de costado sobre el asiento, lo que parecía permitirme soportar mejor. Al rato se abrió la ventanita y una mano me alcanzó un papelito. Lo conservo preciosamente, tanto como los que siguieron. Decía así: “Altitude 550m Ca e dance pasune fois a 1000ca ira encore mieux” (“Altura 550m. Esto no baila – a 1000m irá todavía mejor”)...”

Si se considera primer pasajero, al que pagó su pasaje, el Sr. Ulled lo sería; pero, ese vuelo fue anterior al de la inauguración oficial.
Por último, el mismo día 1° de noviembre de 1929, un Laté 28 despegaba de Buenos Aires a Bahía Blanca para acompañar en todas las escalas, a aquel Laté 25 en el vuelo inaugural. En el primero de ellos viajaba el Capitán Almonacid y en el segundo, tres periodistas. Por lo tanto, no se puede establecer con exactitud quién fue el “primer pasajero”.

Vuelo Sanitario

El 22 de abril de 1935, Aeroposta Argentina se ve por segunda vez relacionada a un hecho policial (anteriormente, en el 1930 en la provincia de Santa Fe). En esta oportunidad, el Ministro del Interior solicitó a la empresa aerocomercial apoyo para buscar desde el aire a los delincuentes que habían robado en la sucursal del banco Anglo-Sud Americano en Santa Cruz. En ese hecho delictivo resultaron víctimas fatales el contador y un auxiliar, quedando muy mal heridos el gerente y su esposa.
Después de localizar a los ladrones y ante el grave estado de la mujer se le solicitó al piloto argentino Ricardo Gross que trasladara a la dama a Buenos Aires. Debido al trabajo eficiente del piloto argentino y luego de 30 horas de viaje, con una escala en Comodoro Rivadavia para pernoctar, el vuelo arribó a Buenos Aires y la mujer fue atendida debidamente. Este hecho resulta habitual en la actualidad, pero en aquellos años no era tanto. Viajar de Santa Cruz a Buenos Aires demandaba 15 ó 20 días en vapor.
El señor Adolfo Fragoza, escritor de la localidad de San Antonio Oeste, recordaba ese “vuelo sanitario”:

- “Nosotros recibíamos en el día el diario de Buenos,…no todos los días,…los días que venía el avión. El diario Crítica, y un día recuerdo una hazaña de un piloto…no sé bien si hubo un accidente o algo así,…pero en grandes letras el titular decía “Piloto de la Aeroposta salvó una vida” o algo así. Creo que fue Palazzo,…Prospero Palazzo, no? Imagináte, lo que era que San Antonio tuviera, en aquellos años,… semanalmente un avión acá era…!”

El tramo que no fue

Aeroposta Argentina colaboró con el Servicio Meteorológico Nacional realizando un vuelo para observaciones en altura, las que estuvieron a cargo del mismo Director de aquella institución, Dr. Galmarini. El vuelo se realizó en el avión trimotor Junker bautizado “Patagonia” el 5 de septiembre de 1937 y el tramo sobrevolado fue San Carlos de Bariloche a Esquel, regresando al mismo campo de aviación.
Aprovechando este viaje, las autoridades de la empresa analizaron la posibilidad de establecer una línea aérea entre Buenos Aires y Nahuel Huapi. El retorno del “Patagonia” se llevó a cabo el 6 de diciembre, despegando de Bariloche a las 7:00hs, para aterrizar en Neuquén a las 08:20hs, con una escala a las 10:15hs en Bahía Blanca, arribando finalmente, al aeródromo de Quilmes a las 13:04hs.
Como resultado de esta experiencia, se analizó la viabilidad de la ruta aérea San Antonio Oeste – San Carlos de Bariloche – Esquel y Bahía Blanca – San Carlos de Bariloche – Neuquén, con la condición que en las escalas se instalaran oficinas de información meteorológica y aerológica para asegurar el normal desarrollo de los vuelos. San Antonio Oeste, ya contaba con una estación meteorológica con esas características. Para esta fecha, la Estación Meteorológica San Antonio Oeste había sido trasladada a su cuarto emplazamiento, en la esquina de las calles Comercio (hoy Hipólito Yrigoyen) y Ramos Mexía. Aquí fue donde se la equipó con personal profesional, preparado en Observatorio Central Buenos Aires, Villa Ortuzar, y con material, para la época, de última generación. Entre ellos, globos sondas, teodolitos, balanzas taradas y disco de Wolchanof. Equipamiento necesario para realizar observaciones de viento en altura, tal como lo requería la Aeroposta Argentina.
A pesar de cumplir con todos los requerimientos, la citada ruta aérea con cabecera en San Antonio Oeste, no pudo establecerse. Una decisión del Poder Ejecutivo Nacional otorgó la citada ruta aérea al Servicio Aeropostal del Comando de Aviación del Ejército. Dicha institución, antecesora de Líneas Aéreas del Estado (LADE), modificó la ruta uniendo Buenos Aires – Esquel con escalas en Santa Rosa, Neuquén y San Carlos de Bariloche.

Testimonio de una pasajera local

Durante las primeras semanas del mes de julio de 1948, toda la región de la precordillera patagónica, entre las provincias del Chubut, Río Negro y Neuquén, sufrió un gran temporal de nieve. Las rutas de acceso a las ciudades y pueblos estaban obstaculizadas por la acumulación de nieve.
La familia Nicolás debía viajar de Esquel a Bariloche. Dadas las circunstancias de aislamiento vía terrestre, la única posibilidad de llegar a tiempo era el avión.
Por esos años Aeroposta Argentina cubría un servicio que salía de la ciudad de Comodoro Rivadavia a Buenos Aires con escalas en Esquel, Bariloche y Neuquén. La familia Nicolás decide tomar el vuelo del 9 de julio de ese año.
Las condiciones atmosféricas no fueron las ideales para volar. La turbulencia sacudió la aeronave al punto que todos los pasajeros terminaron muy mareados con malestares estomacales. La tormenta era grave. Al llegar al aeropuerto de San Carlos de Bariloche, las condiciones no mejoraron. El cielo seguía cubierto y el piloto sobrevoló la zona durante cuatro horas con el fin de poder colarse ante una pequeña apertura entre las nubes. Los murmullos de los pasajeros ya no eran tan tranquilos, se preguntaban si el combustible sería suficiente o si no se estrellarían contra un cerro. Esta preocupación llegó a su fin cuando fueron informados que seguían rumbo al aeródromo de Neuquén. Allí, lograron aterrizar sin problemas, las condiciones operativas eran más adecuadas.
En esta ciudad fueron alojados en el mejor hotel, “El Confluencia”. Los gastos de estadía fueron asumidos por la empresa aérea. Mientras tanto las condiciones meteorológicas no mejoraban. Bariloche seguía cerrado. Por consiguiente, las aeronaves que iban a ese destino, debían aterrizar en Neuquén hasta tanto se apaciguara el temporal. De los vuelos procedentes de Buenos Aires, se hospedaron en el mismo hotel, turistas brasileños con ganas de esquiar. Los pasajeros que iban Comodoro Rivadavia comentaron que no iban esperar, que se iban en tren a Bahía Blanca, de aquí a San Antonio Oeste y luego seguirían en Transporte Patagónico a Comodoro. Estos mismos pasajeros les aconsejaron a los brasileños que hicieran lo mismo, pero hacia Bariloche, que así llegarían antes que terminara el temporal. El Sr. Nicolás, les advirtió que el viaje en tren, si bien era más seguro, no era tan corto, que significaba muchos kilómetros. A pesar de esta información, los brasileños optaron por la primera sugerencia.
El 13 julio, cansados de estar varados en Neuquén, el comandante reúne a los pasajeros con destino Bariloche y les informa que las condiciones por momentos mejoraban y por momentos empeoraban, pero que si ellos se arriesgaban saldrían a sobrevolar la zona. Que, ante el primer mejoramiento, perforaría la capa de nubes para aterrizar en su destino final. Los pasajeros aceptaron la propuesta y tal cual lo propuesto, aterrizaron en Bariloche y sin inconvenientes. Todo, absolutamente todo estaba nevado.
Ya hospedados y paseando por las calles de Bariloche, dio la casualidad que el Sr. Nicolás se encontró con los turistas brasileños. Estos comentaron que el viaje en tren duró una eternidad. Pues de Neuquén fueron a Bahía Blanca y de ahí a Bariloche. Que duró aproximadamente 24hs y que estaban arrepentidos de no haber tomado su sugerencia.
A través de esta pequeña anécdota se puede apreciar la importancia del transporte aéreo cuando las distancias son tan extensas como en el caso de la Patagonia.

A modo de recuerdo conserva una gacetilla informativa, un tríptico que incluye un sobre con la siguiente encuesta:

¿Recibió Vd. un trato correcto al tramitar sus reservas de vuelo?
¿Ha sido atendido durante el vuelo con cortesía y esmero?
¿Fue satisfactorio el servicio en las escalas?
¿Se atendió correctamente en el punto de llegada? ¿Qué cambios e innovaciones propondría Vd. para mejorar el servicio de la Cía.?

Gacetilla informativa de Aeroposta Argentina
(Gentileza de Alicia Nicolás)















El objetivo primordial de la Aeroposta Argentina y su empresa madre, la Aeropostale, era transportar correspondencia. Su importancia se podría comparar con la del INTERNET en la actualidad.
Para las comunicaciones, las localidades patagónicas no contaban con rutas terrestres, dependían de los barcos. Uno de ellos era el “Asturiano” que pertenecía a la Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia, lo que hoy conocemos como “Supermercados La Anónima”. En San Antonio Oeste funcionaba una sucursal en aquellos años. Esta empresa fue una de las interesadas en instalar el servicio aeropostal en este territorio. Otros interesados eran los estancieros quienes, a través de la Sociedad Rural de Río Negro y Neuquén, solicitaron el máximo apoyo a las autoridades para que este emprendimiento no sólo se materialice, sino que también se mantenga en el tiempo. Todo, para que la correspondencia y la documentación tuviesen un manejo rápido y fluido.







Cartas a San Antonio Oeste

En el vuelo inaugural, el 1° de noviembre de 1929, se despachó mucha correspondencia y entre ellas, sobres insignias, con el fin de registrar aquel acontecimiento. En la actualidad se pueden encontrar los originales en la Sociedad de Aerofilatelia Argentina.
Aquí algunos ejemplares.














El legado de la Aeroposta

Fachada del Aeródromo Antoine de Saint Exupéry

















Vista ampliada del cartel del Aeródromo Antoine de Saint Exupéry








Con el paso del tiempo se pueden encontrar huellas que dejaron aquellos pioneros de la aviación en San Antonio Oeste. Entre las más recientes está la imposición del nombre “Antoine de Saint Exupery” al aeródromo local en 1989; la identificación con el nombre “Fabien” a la mascota de la Fundación Ecológica Inalafquen, y la concreción del Diploma Latécoère, curso aeronáutico llevado a cabo en el año 2016 y 2017.

En cuanto a la iniciativa de colocar el nombre de Saint Exupéry al aeródromo, se conocen dos versiones. La primera, que fue iniciativa de la Comisión de Asuntos Históricos de San Antonio Oeste, tal y como lo expresaba su presidente, el Dr. Juan Carlos Irizar. La segunda, la que sostiene el periodista Fernando Furgoni quien manifestó que, en ese momento, trabajaba en la gobernación y que en su grupo de trabajo se manejó esa posibilidad.








Más allá de las versiones, fue el gobierno provincial quien tomó la decisión y así quedó plasmado en el Decreto Nº 1080 del 5 de junio de 1989.

A fin de cumplir con la reglamentación correspondiente para la imposición de nombres, la provincia informó a Fuerza Aérea Argentina acerca de esta designación. Tras el análisis de la Dirección de Estudios Históricos de la FAA, se aprobó.
Decreto Pcial Nro 1080 por el que se impone al Aeropuerto San Antonio Oeste el nombre de Antoine de Saint Exupéry.






















El ave migratoria insignia de la Bahía San Antonio es el Playero Rojizo que utiliza los humedales como lugar propicio para el descanso y re-abastecimiento en el recorrido que realiza verano a verano desde Alaska a Tierra del Fuego.


Playero Rojizo Fabien

Los humedales son a los playeros lo que el aeródromo es al avión. Es por este motivo que la Fundación Inalafquen vio en Fabien, personaje de la novela “Vuelo Nocturno” de Saint Exupéry, a un playero rojizo, un viajero volador que busca su lugar de descanso y re-abastecimiento. Recuperando esa analogía, se decidió bautizar a la mascota con el nombre de Fabien, para que este personaje de novela siga surcando los cielos patagónicos.
Por su parte el Aeroclub SAO, decidió rendir homenaje a los pioneros de la aviación comercial por lo que se bautizó al avión PA28 LV-ALM con el nombre de El Principito y al avión C150 LV-CMZ, con el de Fabien.


Avión del ACSAO, “El Principito”












Raid Latécoére




























Nota de la Fundación Latécoère del 2008 a la Municipalidad de SAO solicitándole información acerca de la Aeroposta

El legado de la Aeropostale llega hasta nuestros días. En el año 2008, en Francia se creó la Fundación Latécoère, en homenaje al Sr. Pierre George Latécoère, constructor de aviones. Esta organización tiene como objetivos:
• Mantener la memoria de las Líneas Aéreas LATÉCOÈRE y AEROPOSTALE
• Sostener proyectos solidarios orientados a la educación o a la aeronáutica.
• Propiciar el desarrollo de Francofonía.
Buscando mantener la memoria, esta fundación creó el Raid Latécoère que transita las rutas aéreas que antaño recorrían los aviones Late. Al año 2016, este Raid ya lleva recorridos 22.000 km, uniendo Europa, África y América del Sur.
Buscando lograr el segundo objetivo, se creó el Diploma Latécoère que consiste en un curso que pretende:
• Permitir a los niños de las escuelas asociadas al Raid Latécoère acceder al descubrimiento de la Aeronáutica.
• Descubrir los trabajos vinculados a la Aeronáutica.
• Ayudar a construir el porvenir de los niños en los países en desarrollo.
• Lograr el reconocimiento oficial del DIPLOMA LATÉCOÈRE por los distintos Ministerios de Educación de los países atravesados por el Raid.

En San Antonio Oeste en los años 2016y 2017 se realizó en conjunto con Aeroclub SAO, el CET Nº 19 y el apoyo logístico del municipio local.
El Diploma Latécoère consta de cuatro etapas: Descubrimiento, Iniciación, Aviador y Confirmado. La primera se desarrolla en 20hs cátedras y las materias que la conforman son:
• Aerodinámica y mecánica del vuelo
• Conocimiento de las aeronaves
• Meteorología
• Navegación y seguridad del vuelo
• Historia de la Aeronáutica y del espacio.
Las materias fueron dictadas por dos profesores franceses, Jacques Deprest y Bilel Abdeljalil. A quienes se le sumaron los locales, Daniel Sanchez, piloto del Aeroclub, y Abel Molas, meteorólogo.
Los destinatarios fueron 25 alumnos que cursaron en doble turno, concluyendo el curso con un examen final. Como cierre de la experiencia los alumnos tuvieron la oportunidad de recorrer las instalaciones del Aeroclub, la Estación Meteorológica y el Aeródromo local.
Cabe destacar, que el Diploma Latécoère fue declarado de Interés Cultural, Educativo y Social por la Municipalidad de San Antonio Oeste, la Legislatura de la Pcia de Río Negro y por el Senado de la Nación.
De esta manera, San Antonio Oeste, una vez más, hizo punta en la historia aeronáutica patagónica, pues es la primera localidad en América del Sur seleccionada para el dictado de este taller.



Alumnos y docentes en el AC SAO

INFORMACION GENERAL DE LAS GRUTAS Y AREA DE INFLUENCIA.
El Ejido municipal está conformado por tres Centros Urbanos, San Antonio Oeste que es la ciudad cabecera, Las Grutas y San Antonio Este, todos ellos con características particulares que los diferencian pero que a su vez convierten al área en un circuito turístico con recursos naturales, históricos y culturales de excelente nivel, para poder ser visitado durante todo el año, y como si esto fuera poco con servicios Gastronómicos y de alojamientos de muy buena calidad, esto convierte a Las Grutas, San Antonio Oeste y San Antonio Este en uno de los Centros Turísticos más importantes del país.
UBICACIÓN DEL AREA:
La Bahía San Antonio y toda su área de influencia se encuentra ubicada en la República Argentina al este de la Provincia de Río Negro al norte de la Patagonia y sobre la Costa Atlántica en aguas del Golfo San Matías. Se accede desde el Norte: por ruta Nacional N° 3 o por Ruta Provincial N° 251, desde el Sur: por Ruta Nacional N° 3 y desde el Oeste (Valle Medio): por Ruta Provincial N° 2.
LAS GRUTAS:
Debe su nombre a que sobre la pared de sus acantilados el mar forma profundas cuevas denominadas Grutas las cuales sirvieron para cobijar y resguardar de los vientos a aquellos primeros visitantes que llegaban desde San Antonio Oeste o de los valles de nuestra provincia para pasar sus tardes o fines de semana.
Nace como Villa Turística el 30 de enero de 1960 y con el correr de los años se fue transformando en uno de los Centros Turísticos más importantes de la Provincia y del País. Cuenta con una amplia gama de servicios de alojamiento y gastronómicos de muy buena calidad que sumados a la oferta de esparcimiento, excursiones guiadas, buceo, pesca embarcada, casino, actividades acuáticas, paseo de artesanos y artistas callejeros, hacen de la ciudad un producto turístico más que interesante y atractivo que ha logrado recibir a más de 400.000 turistas por temporada.
SAN ANTONIO OESTE
Fundado el 10 de julio de 1905, posee aproximadamente 35.000 habitantes y es la ciudad cabecera del ejido municipal. Dista 9 km de Las Grutas transitando por Ruta Provincial N° 2.
La ciudad tiene tradición ferroviaria y portuaria, recorriéndola se puede realizar un circuito histórico para conocer sus orígenes, que comienza por la antigua aguatería lugar al que llegaban los trenes desde Valcheta con agua para la población, ya que en aquellos años no había agua potable en la ciudad y el líquido vital era traído por tren en vagones cisternas hasta la estación ferroviaria para que camiones aguateros hagan el reparto a los pobladores. Siguiendo el circuito se llega a la costanera, allí se observan las casitas del ferrocarril, casas de chapa y madera de estilo inglés a orillas de “La Marea”, el balneario de San Antonio Oeste, es una caleta que se inunda en horarios de pleamar y se pueden realizar múltiples actividades náuticas, sol y playa y visitar las instalaciones del puerto pesquero que tiene la particularidad que en horas de bajamar quedan los barcos encallados ya que el agua se retira por completo dejando en seco la ria sanantoniense.
Continuando por toda la costa de esta particular caleta donde se alternan las playas con las viviendas de los primeros pobladores, barracas ferroviarias, la primera estación y su oficina de control y así hasta finalizar en el museo histórico cultural, donde se puede conocer la historia de esta centenaria ciudad
SAN ANTONIO ESTE
El Puerto de San Antonio Este se encuentra ubicado al este de la Bahía San Antonio a 75 Km de Las Grutas, posee una población de 500 habitantes aproximadamente y es allí donde se ubican las instalaciones del Puerto de Aguas Profundas desde donde se exporta al mundo toda la producción de nuestra provincia. Fue era traído por tren en vagones cisternas hasta la estación ferroviaria para que camiones aguateros hagan el reparto a los pobladores. Siguiendo el circuito se llega a la costanera, allí se observan las casitas del ferrocarril, casas de chapa y madera de estilo inglés a orillas de “La Marea”, el balneario de San Antonio Oeste, es una caleta que se inunda en horarios de pleamar y se pueden realizar múltiples actividades náuticas, sol y playa y visitar las instalaciones del puerto pesquero que tiene la particularidad que en horas de bajamar quedan los barcos encallados ya que el agua se retira por completo dejando en seco la ria sanantoniense.
Continuando por toda la costa de esta particular caleta donde se alternan las playas con las viviendas de los primeros pobladores, barracas ferroviarias, la primera estación y su oficina de control y así hasta finalizar en el museo histórico cultural, donde se puede conocer la historia de esta centenaria ciudad
SAN ANTONIO ESTE
El Puerto de San Antonio Este se encuentra ubicado al este de la Bahía San Antonio a 75 Km de Las Grutas, posee una población de 500 habitantes aproximadamente y es allí donde se ubican las instalaciones del Puerto de Aguas Profundas desde donde se exporta al mundo toda la producción de nuestra provincia. Fue inaugurado el 9 de febrero de 1983 con la llegada del buque Kandaba.A medida que circulamos por la ruta de acceso vamos paralelo a grandes extensiones de playa, costa del Golfo San Matías, peculiar litoral de color blanco dado que están cubiertas por un manto de conchillas (de ahí su nombre) y que poseen una extensión de casi 15 km, son playas vírgenes de un ambiente familiar y especiales para la pesca de costa.
Continuando el rumbo por la ruta arribamos a la localidad de San Antonio Este, aquí tenemos dos sectores determinados como miradores desde los cuales se puede acceder al mar y observar las instalaciones del Puerto. Hacia el sur caminando 3km encontramos un apostadero de lobos marinos de un pelo que en los horarios de pleamar se acercan a la costa.
Hacia el norte de la Península y siguiendo el camino costero arribamos a Punta Perdices y Caleta Falsa, este punto es ideal para la práctica de la pesca, snorkeling, kayaks y el descanso en un entorno tranquilo y familiar de características únicas. Además, se realizan paseos náuticos que incluyen excursiones de Snorkeling, Kayak, Stand Up, Bananas y Avistajes de Fauna Marina, donde se pueden apreciar Lobos Marinos de uno y dos
pelos, delfines comunes, delfines nariz de botella y la majestuosa ballena franca austral.

AREA NATURAL PROTEGIDA
Esta reserva, creada por la provincia de Río Negro en junio de 1993, es un área que incluye la Bahía de San Antonio, desde el Faro Baliza San Matías (en la zona de Puerto San Antonio Este, a 60 km de Las Grutas), hasta El Sótano (12 km al oeste de Las Grutas), incluyendo casi 45 km de playas. La reserva incluye la zona mar adentro hasta 50 metros desde la línea de máxima bajamar.
El chorlo playero realiza la proeza de volar cada año desde Tierra del Fuego hasta el polo Norte.
Las costas de San Antonio son visitadas por los chorlos playeros migratorios en grupos de cientos de miles, quienes hacen su recorrido cada año ida y vuelta desde Tierra del Fuego hasta el Polo Norte donde nidifican.
Semejante proeza requiere que reúnan el "combustible" necesario en forma de grasa para llegar a la siguiente estación de paso a 1000 km, 3000 km y 5000 km de distancia que recorren sin parar. Sin embargo, sólo pueden obtener alimento adecuado en la cantidad suficiente para reunir estas reservas en algunos pocos sitios claves, los humedales.
Los humedales son ambientes inundables, cubiertos por agua de poca profundidad y constituyen los ecosistemas más productivos del planeta. Contienen pequeñas lombrices, crustáceos y moluscos, los cuales proliferan en el momento justo y permiten a estos animales comer y acumular grasas en el organismo (duplican y hasta triplican su propio peso), las cuales serán usadas como combustible para su vuelo migratorio.
El área es usada por 17 especies de aves playeras migratorias, entre las cuales se destacan el Chorlo Colorado y otras nueve especies que nidifican y se reproducen en el
Círculo Polar Ártico, en el hemisferio norte y la Paloma Antártica entre las que se reproducen en la Antártida.
Los humedales son el sitio donde miles de aves extraen sus alimentos y que han ido desapareciendo del planeta.

AEROCLUB SAN ANTONIO OESTE
El Aeroclub de San Antonio Oeste se fundó el 5 de junio de 1948 conforme lo expresa el Decreto del Ejecutivo Nacional Nº 28761 del 16 de noviembre de 1949. En él, se le otorga la Personería Jurídica que había sido solicitada por el expediente Nº 6519/949, registro firmado por Francisco Iglesias, Presidente y Aníbal Sergio Negri, Secretario.
Esa Primera Comisión Directiva estaba conformada por: Presidente Francisco Iglesias, Vicepresidente Miguel Neman, Secretario Eldo Piscia, Pro secretario Anibal Negri, Tesorero Héctor J. Izco, Pro tesorero Rubén C. Breciano, Vocales Alejandro Yañez, Egberto Vichich,Vicente Sciarra, Leovigilo Gimenez Rial, Joaquín E. Izco, Marcelo Oros. Revisores de cuenta Anibal Casalla y Carlos M. Guzmán.
Debido a que Francisco Iglesias es destinado a cumplir con sus actividades a otra localidad, presenta la renuncia como presidente del Aeroclub, quedando al frente del mismo el vicepresidente, el señor Miguel Neman. Luego de un año sin actividad, la Comisión Directiva encabezada por el señor Miguel Neman, consigue levantar el hangar gestionando la compra de un galpón en Colonia Luisa (General Conesa), el sueño de hangar propio se concretó, cuando René Lefebvre, Mario Chironi, Julio Villar, Egberto Vichich y Miguel Neman que puso a disposición del club un camión de su propiedad, viajaron a General Conesa en busca del citado galpón. Una vez en San Antonio, se descargó todo el material donde hoy se encuentra el viejo hangar, sobre calle Islas Malvinas y Humberto Illia.
A partir del 1955, se inicia una etapa de desarrollo y expansión. Esta impronta la marcó René Lefebvre, quien fue quince veces Presidente, acompañado por Néstor Blackhall en la función de Secretario y por el Instructor de Vuelo Mario Chironi.
Una vez levantado el hangar, se lo bautizó con el nombre de “Jean Mermoz” en honor al mítico piloto de avión, quien supo surcar el cielo patagónico y, en más de una oportunidad aterrizó en la misma pista del Aeroclub.
Ese mismo año, la Dirección General de Aviación Civil, notifica al Aeroclub San Antonio Oeste sobre las condiciones o requisitos de habilitación de las instalaciones aeronáuticas. Por otro lado, se le solicita al Aeroclub que habilite la Escuela de Pilotaje Civil y posteriormente a ello se le asignó su primer avión. Ante estos acontecimientos se organiza el primer curso de aspirantes para pilotos y se inscriben los señores Marcelo Oros, Oscar Sánchez, Egberto Vichich, Néstor Blackhall y Mario Poliguedu con la dirección del Instructor de Vuelo Mario Chironi. Al finalizar el mismo, reciben el brevet de “piloto de avión” convirtiéndose así en la primera promoción de la Escuela de Pilotaje del Aeroclub San Antonio Oeste.
A mediados de 1956 se forma el segundo curso de pilotos y egresan del mismo: Raúl Acosta, Juan Dani, Eloy FernándezHéctor Izco, Héctor Ortiz, René Lefebvre, Raúl Roglich y Orlando Vicente.
Estos primeros registros históricos dan cuenta de lo que en los sucesivos años se mostrará como constante: la búsqueda permanente de recursos, la necesidad de la formación de pilotos, el mantenimiento de los bienes materiales, las diversas acciones de servicio derivadas de la actividad aeronáutica y las actividades de interacción con la comunidad.
El 30 de diciembre de 1990, según consta en el Acta 517, se realiza la toma de posesión de este hangar en las nuevas instalaciones del Aeródromo Saint Exupery.
La Comisión Directiva estaba presidida por Héctor Raúl Ortiz, Horacio Ricardo Leal, Daniel Sanchez, Miguel Neman, René Peiretti, Ligia Lefebvre, Eloy Fernández, Carlo Carassalle, Oscar Sánchez, Juan Carlos Torres, Adolfo Lavalle entre otros.
El Aeroclub adquirió su primer avión en el año 1955, un PA-11 y desde el año 59 hasta el año 1990 fue conservando y renovando aviones atendiendo a otras demandas como los vuelos sanitarios de traslado de emergencia.
Las gestiones realizadas, por las diferentes comisiones directivas, integradas por hombres y mujeres apasionados por la aviación hizo que la flota aérea renovara entre los años 1957 y 1990, contando la compra y venta de 14 aviones.
Actualmente se cuenta con dos aviones propios un avión Piper Archer y un avión Cessna 150 que fue adquirido en el año 2010.
Entre las mayores preocupaciones, en todos estos años, se encuentra el mantenimiento del material aéreo y la formación de pilotos. La Escuela de vuelo de hace unos años, hoy Centro de Instrucción aeronáutico, se viene desarrollando atendiendo a esta necesidad y tenemos a la fecha 50 pilotos egresados de esta institución.
Debemos señalar que todo esto, sin descuidar el desarrollo de otras actividades que le permitan tener un intercambio con la comunidad aérea.
Desde ese lugar es que la participación en los distintos festivales aéreos, organizados por los aeroclubes de la región, forma parte de la agenda institucional.
Mientras que los festivales aéreos organizados por el club y que están presentes en la memoria de muchos vecinos, disminuyeron desde el traslado a este hangar, por razones de distintos tipo pero es conveniente señalar que siempre está presente en el ánimo y la voluntad de los miembros de las distintas comisiones directivas organizar los mismos.
Se podría decir, en ese sentido, que la proyección de actividades se va renovando, siempre atendiendo a lograr mayor intercambio con la comunidad local.
Por ello, los paseos aéreos, fuertemente vinculado al turismo, son en estos últimos años un prioridad y una experiencia interesante que permite el intercambio con prestadores vinculados a la actividad turística.













San Antonio Oeste 19 de febrero de 2018

Fundación Inalafquen para el El Banco de la Libertad!

Argentina, fines de los años 20. La Aeronavegación comercial iniciaba sus vuelos con la empresa Aeroposta Argentina y sus aviones Latécoère 25. La ruta patagónica entre Bahía Blanca y Comodoro Rivadavia, inaugurada en 1929, surcaba nuestros cielos transportando correspondencia gracias al talento de valientes pilotos. De entre ellos, Antoine de Saint Exupery se destacó posteriormente por su producción literaria nutrida con las experiencias vividas en sus recorridos por el mundo. La más renombrada es, sin dudas, El Principito. Algo menos conocida es la novela Vuelo Nocturno donde narra la historia del último viaje del piloto Fabien, quien luego de despegar de San Antonio Oeste rumbo al norte, enfrenta una enorme tormenta que cubría todo el centro del país… Cuando quienes trabajamos en la Fundación Inalafquen comenzamos a estudiar a los playeros rojizos y otras aves playeras, conociendo los detalles de su increíble historia de vida nos sorprendimos al ver la asombrosa similitud de sus estrategias con las de los pilotos de la Aeroposta.
Como las aves, los pilotos enfrentaban vientos y tormentas sosteniendo su vuelo y rumbo en soledad con la escasa ayuda que podía brindarles una brújula, alguna comunicación intermitente con tierra y su intuición y talento. Como las aves playeras, en nuestra zona se abastecían de combustible y buenos lugares de descanso para luego emprender con más chances de éxito el resto de su misión.
Desde la Fundación Inalafquen, vimos la necesidad de contar con una mascota para narrar estas historias a los más pequeños, y fue entonces que nos pareció simpático ligar a las aves con los pioneros de la aviación, y así vestimos a nuestro playero rojizo con gorro, antiparras y bufanda. Y pensando un nombre, alguien recordó la historia de Fabien en Vuelo Nocturno… Desde entonces, para nosotros y quienes nos visitan, el final de la historia narrada por Saint Exupery se enlaza con la visita de las bandadas de playeros rojizos, ya que pensamos que Fabien se unió a ellas para evitar la tormenta, y sigue desde entonces recorriendo los cielos patagónicos y visitando San Antonio en compañía de miles de aves playeras. Fabien Rojizo representa la unión de la historia natural de las aves con los eventos históricos de la aeronavegación en la zona y con la literatura. Por todas estas razones, resultó un paso lógico vincularnos con los amigos del Aeroclub San Antonio Oeste, uniendo esfuerzos para valorar nuestro espacio geográfico y cuidar el patrimonio natural, histórico y cultural. Gracias al vuelo de sus avionetas, podemos contemplar el paisaje como lo hacen las aves playeras y disfrutar del placer de volar conociendo a la vez los sitios críticos que ellas utilizan en la Bahía de San Antonio. Estrechando estos vínculos aún más, bautizamos al Piper Archer LVALM propiedad del Aeroclub de San Antonio Oeste, como Fabien Rojizo.
De esta manera, él continuará volando en la Bahía de San Antonio junto a las bandadas de playeros rojizos, transmitiendo a sus compañeros humanos de vuelo la historia que une hombres y aves playeras en un mismo cielo desde hace tanto tiempo. Por ello también, desde el año 2010 celebramos con el Festival de Aves Playeras la presencia de las bandadas en la región, mientras arriban especies migratorias que se trasladarán a sus sitios de cría en el Ártico. Y así, seguiremos ampliando la comunidad de personas e instituciones que celebran y se inspiran en las aves playeras, para fortalecer la identidad y orgullo local sobre una parte de nuestro Patrimonio Natural.
¡Contamos con todos para hacer nuestra bandada más grande y fuerte!




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